Cómo ya he dicho en alguna ocasión «menos es más». Para mí es una especie de mantra, que aplico en todos los ámbitos de mi vida, tanto personal como profesional.
Como emprendedora creativa, que me encanta buscar constantemente nuevas ideas, este mantra, es el que más me ayuda a centrarme.
En el mundo digital, en el que vivimos actualmente, la cantidad de información que percibimos es enorme.
Existen miles de blogs, profesiones nuevas que aparecen cada día, productos y servicios que antes ni siquiera pensábamos que pudiesen existir… Nos podríamos perder navegando todo el día en internet, y ¡cuánto tiempo gastaríamos si vagamos sin rumbo!
Y esto se refleja en nuestro día a día.
No es tarea fácil que consigas fijar un objetivo claro con tanta información y opciones que tienes. Tampoco lo es centrarse en un solo cliente, con la cantidad de gente que está ahí fuera y podría comprarte.
Te aseguro que vale la pena simplificar estas situaciones. Piensa lo difícil que es avanzar entre la multitud. Sería mucho mejor conseguir un espacio delimitado en el que te muevas a tus anchas.
Te propongo empezar por simplificar en estas cuatro áreas:
1. [highlight color=»#fedc70″]Fijar objetivos y metas focalizados. [/highlight]Empieza por centrar toda tu energía en un tema, como mucho dos. Aunque si lo analizas verás que mejor es quedarse con uno solo. Verás que estando focalizado en un tema concreto, las acciones y oportunidades se alinean como por arte de magia.
Este año estoy muy centrada en el Personal Branding. Mis objetivos están en torno a este tema, y gracias a esto, me han ido apareciendo oportunidades que de otra manera ni siquiera las hubiese visto.
2. [highlight color=»#fedc70″]¿Cuántas habilidades o fortalezas tienes? [/highlight]Seguro que si lo analizas te sale más de una. Esto es genial, porque si las tienes localizadas, cada vez que crees un nuevo servicio, consigas un nuevo cliente, escribas un post en tu blog podrás aplicar tus habilidades para optimizar tus resultados.
Imagina que sólo puedes elegir una habilidad o fortaleza, durante un periodo de tiempo determinado. ¿Cómo aplicarías esta fortaleza en cada tarea que realizas cada día?
Si aplicas la fortaleza elegida, de manera constante acabarás potenciándola.
El camino a la excelencia en algo que haces muy bien, es un camino mucho más corto, que empezar de cero en otra capacidad que a lo mejor no eres tan bueno.
3. Por supuesto aplicándolo al [highlight color=»#fedc70″]posicionamiento de tu marca [/highlight]también es válido. Cuando te centras en un solo mercado y en un solo cliente (cliente ideal) todo se simplifica:
- Las tareas de marketing de repente son mucho más sencillas.
- Elegir temas para tu blog, no será un problema
- y dirigirte a una “sóla persona” es mucho más fácil que dirigirte a “todos”, conseguirás un lenguaje más personal y efectivo.
4. También en la [highlight color=»#fedc70″]imagen[/highlight] es aplicable.
- Una tipología mejor que tres.
- Dos colores mejor que cuatro.
Queda mucho más claro y cómo ya he comentado en otra ocasión, nuestro cerebro es capaz de procesar información visual en 13 milisegundos, por lo que tu público recibirá mejor el mensaje si no hay un batiburrillo de colores y tipografías que lo distraiga.
¿Compartes conmigo el mantra de “menos es más”? ¿En qué más situaciones profesionales lo aplicas tú?
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